Las primeras décadas de la historia del automóvil son sin duda, la de la búsqueda del diseño perfecto. Los diseñadores, que nunca hubieran imaginado que pudieran hacerse realidad sus creaciones, a principios de siglo ven que todo empieza a concretarse. Y surgen multitud de propuestas, a cada cual, más increíble y a veces, descabellada. Poco después de que el automóvil se convirtiera en uno de los mejores modos de transporte individual, estaba también el transporte que era más rápido, el avión. Parece natural que alguien tratara de combinar estas dos características en una sola. Y ese no fue otro que nuestro hombre.
MARCEL LEYAT |
1913 Leyat Heliocycle
Los pasajeros se sentaban uno detrás del otro como en un avión. El vehículo era guiado direccionalmente con una única rueda trasera y el coche era propulsado por una hélice gigante y un motor Scorpion de 8 CV colocados en la parte frontal. Toda la estructura era de madera, tenía suspensión independiente en cada rueda y frenos de zapata en las delanteras y pesaba sólo 250 kg lo que lo hacía "peligrosamente" rápido. Había otras personas que también compartían la creencia de Leyat sobre el poder de la hélice. Su teoría era que los coches serían más sencillos (no hay transmisión, eje trasero, o embrague) y más ligeros, por lo que serían capaces de obtener una mejor economía de combustible.
Planos del diseño del Héliocycle
La "fabrica" de los Hélicas de Leyat
El Leyat Helicocycle de 1914 se convirtió en el Hèlica, modelo que debería ser de producción con un cuerpo más pequeño, pero con un motor V2 más poderoso. Pero llego la Primera Guerra Mundial, y el ejército francés requisó todos los automóviles particulares y los prototipos de Leyat también lo fueron. Estos, serían utilizados por el ejército en un regimiento de artillería. Una vez terminada la Guerra Mundial, aprovechando partes de cientos de aeroplanos que ya no eran necesarios para la guerra, funda en 1919 la sociedad, "Mecánica Aeronáutica para el automóvil" en París para la producción y comercialización del "Vehículo a hélice Marcel Leyat". El vehículo lo desarrolló en tres versiones disponibles, abierta, berlina y salón. En 1921, Leyat lo presentó en el Salón del Automovil de París y realizó algunas ventas, además de informar a más de 600 interesados y quién sabe, potenciales compradores.
1919 Leyat Hélica Sport
1921 Leyat Hèlica Sport
En 1924, adaptaría uno de sus vehículos para dar servicio en una vía férrea que una compañía minera francesa tenía en el Congo (África). En estas fotos de arriba -de poca calidad- vemos el invento.
En 1926, realiza ligeras modificaciones en el chasis: la desaparición de las pequeñas aletas de detrás del vehículo, estabilizadores, una nueva suspensión y escape, así como un motor radial de tres cilindros Anzani. Sin embargo, estos cambios no fueron capaces de atraer a mas clientes, y es que desde 1919 que había empezado su producción de forma artesanal, solo había logrado vender 29 vehículos. Entonces Marcel Leyat decidió volver definitivamente a la producción de aviones, que llevaría a cabo hasta 1939.
Modelo Hélica Salón
En 1927, un Hèlica Special alcanzo la velocidad de 171 km/h en el circuito de
Montlhéry.
Hasta nosotros solo han llegado -hoy en día- dos vehículos que han logrado sobrevivir al paso del tiempo. Un modelo Salón y un modelo Sport. El Salón de 1922, ha estado siempre en París y en manos de la familia Bouzanquet que lo han ido legando de padres a hijos. Esta matriculado y es plenamente operativo a sus casí 90 años. El modelo Sport de 1921 no esta en tan buen estado y se encuentra en el Museo de Artes y Oficios de París. Además hay seguidores de este singular vehículo que han construido diversas réplicas del mismo.
Marcel Leyat tuvo una larga vida, murió a
los 101 años de edad en 1986. Siempre sera recordado como un pionero de
la aviación y un visionario en el diseño de automoviles.
Leyat era sobre todo un diseñador de aviones, antes de
comenzar la construcción del Hèlica. La foto de arriba es de uno de
sus aviones y que voló con éxito. Parece que tener solo dos ruedas, una delante y otra detrás, ayudadas por unos soportes en los laterales de las alas no le impidió tener buenos resultados al despegue y aterrizaje.
Otro diseño aeronáutico de Leyat. En este vemos como la cabina tiene dos estructuras que flanquean el fuselaje y que pueden moverse a voluntad para el tipo de vuelo a realizar. Leyat se especializó en diferentes tipos y sistemas alares para sus aviones. Aquí en este enlace tienen una web dedicada a sus inventos aeronáuticos.
Y para terminar, una vieja filmación en la que veremos un Leyat "Hélica" circulando por París en 1924...
Y en este vídeo se puede ver una réplica de un Hélica y lo ruidoso y difícil de conducir que debía de ser este peculiar vehículo.
Y esto es todo!
DON LORENZO, te has lucidp. No tenía ni idea de la existencia de vehículos como éste, con hélice en vez de motor de tracción a ruedas.
ResponderEliminarIncluso es hasta bonito a la vista y mucho más ligero que los demás artilugios automovilísticos. Lo que imagino es que sería ruidoso y torpe para manejarlo por las vibraciones en el volante.
El Hélica Special es muy bonito.
Gran reportaje y aporte técnico a los lectores.
Don Javier, gracias, la verdad es que es un cacharro muy extraño.
EliminarPero creo que tenía pocas posibilidades, era más bien una frikada del diseñador. La prueba es que se vendieron muy pocos.
Y casí siempre eres el primero en pisar este lugar para ver mis historias. Te quedo muy reconocido. Saludos!
Curioso e interesante ¡¡¡¡ pensaba que no pasaba por el callejón ¡¡¡¡¡
ResponderEliminarA ti que te gusta la aeronáutica te habrá sorprendido. Seguro.
EliminarPor cierto, tu comentario estaba en la papelera de Spam ¿Sera por todos esos interrogantes? Podría ser.
Pero qué interesantes tus posts, mira que los artilugios que inventaban, yo no se sí irían bien o no, pero lo más interesante es que los inventaran y tú enseñarnoslos, yo no me acuerdo haber visto nada similar, aviones que parecían de papel...Sí, pero lo tuyo tiene mérito, muchas gracias apreciado Lorenzo por enseñar esos aparatos...
ResponderEliminarUn abrazo y a pasar con la familia un buen fin de semana.
Hola Trinidad.
EliminarLa verdad es que es un trasto muy curioso, pero no creo que tuviera salida en ese mundo de cuatro ruedas. Me alegra que te haya gustado. Y tu capacidad de trabajo en tu blog, esa si que es encomiable querida amiga.
Como siga así el precio de la gasolina no descarto concurso de ideas y que salgan bichejos como éste.
ResponderEliminarGran post D.Lorenzo
Hola Isra.
EliminarLa verdad es que sí, la gasolina esta a un precio estratosférico, la unica solución es ir a pie a los sitios. O hacerse una replica de estas jejejeje
La audacia hace el progreso de la vida, que ridículo Leyat circulando por Pars con su "Hélica".
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Mari-pi-r.
EliminarComo dices, es una imagen no se si ridícula, pero desde luego muy extraña ver una especie de avión sin alas.
Desconocía este vehículo. La ciencia justamente se nutre de desarrollos como ese, que mal que bien demostró su utilidad, quizás algo escasa.
ResponderEliminarSi debía ser difícil conducir con esa hélice en el frente...
Saludos Lorenzo. Me voy sabiendo algo nuevo.
Hola Manuel.
EliminarEl hélica no fue el unico modelo a hélice. Con los años hubo otros prototipos, en una próxima entrada los veremos.
Saludos amigo.
Qué gozada leer tus post y ver esas fotos.
ResponderEliminarSabes que te digo? A mí me gustaría probar uno de esos, sería alucinante (en un lugar desierto-claro-). Quizá con la hélices más pequeñas....
;)
Hola Candela.
EliminarGracias por tus palabras. La verdad es que a mi también me gustaría probar un bicho de estos. Si has visto el vídeo, es como ir dentro de la cabina de un avión.
Saludos!
La verdad es que me han recordado esos modelos a los de la serie de dibujos "Los autos locos". Ese Leyat era un visionario como Da Vinci y me ha gustado ver esa foto del Congo que había visto en un museo del automóvil en Bruselas. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola Borgo.
EliminarDesde luego parece un modelo de dibujos animados, puede que por eso no tuviera exíto. No era ni un coche ni un avión, por lo tanto supongo que se lo compraban los caprichosos y los que querían "fardar" de algo distinto.
Y buena visíta, esa, la del museo. Seguro que allí pudistes ver maravillas del automóvil. Saludos!
Interesante. Son como los airboats de los Everglades de Florida.
ResponderEliminarAsí es amigo Octupusmagnificens, utilizan el mismo principio de impulsión, la fuerza eólica.
EliminarEl bichuco es bien rarito es como una cuca gigante, no parece muy estable. Seguro que James Bond se hubiera pedido uno.
ResponderEliminarSaluditos.
Sr. Zorrete.
EliminarSi que es raro si. Como un avión sin alas, y como se ve en el video antiguo, se menéa más por detrás que una bailaora flamenca.
Se comprende que tuviera que abandonar. Vender 29 coches sólo, ya en los años veinte, con una industria automovilística, basada en la tracción, en pleno auge era para pensárselo. Un abrazo Lorenzo.
ResponderEliminarHola Desdelaterraza.
EliminarPoco podía hacer contra una industria tan emergente como la que estaba surgiendo. Su compra era un capricho, ese debío ser el problema para que tuviera tan poco exíto.
Un abrazo.
Lorenzo extraordinario reportaje, lo peligros es que a los pasajeros que, lamentablemente arrollara, quedarías hechos picadillo con el helice.
ResponderEliminarUn abrazo
Don Paco gracias.
EliminarBueno, si se fija en el video antiguo llevaba una red metálica delante la hélice. Puede ver como le tiran una boina y le ponen una tela delante. Pero si, yo no me fiaría, parece peligroso el artilugio.
Un abrazo.
Hola Lorenzo! Aunque ahora estas imágenes nos hagan sonreir,a mi en concreto más que hacerme sonreir me fascinan, la verdad es que es gracias a personas como este hombre por lo que la humanidad poco a poco a ido evolucionando.El paseo por París con este innovador modelo es de locos: ahí cada uno va por donde le apetece, hay un momento que temí por la vida del ciclista. ¡ay..! esos años locos de Paris que estupendos debieron ser.Abrazos.
ResponderEliminarHola SqSmaravillosa:
EliminarTienes razón, gracias a emprendedores y visionarios como Leyat, la tecnología ha ido avanzando. Es más, Leyat tenía un monton de patentes en diseños para la aeronáutica. Pero como tantos otros, sus trabajos son desconocidos por la mayoría.
Besos y abrazos.
Muy interesante tu entrada, estoy de acuerdo con el comentario de sqSmaravillosa, gracias a las personas como este hombre evoluciona la humanidad.
ResponderEliminarSaludos
Hola Ana.
EliminarGracias por tu visita. Esta claro que algo contribuyen. Por ejemplo, esta tecnología podía servir para impulsar lanchas en lagos o mares.
Amigo Lorenzo, nunca sabe uno con qué nueva/vieja noticia nos va a sorprender. Esto es un supremo esfuerzo del más difícil todavía. Aunque quizá lo que nunca deja de sorprendernos es, despúes de todo, el ser humano, con su arrojo, inventiva y ánimo emprendedor.
ResponderEliminarLa verdad es que viendo y leyendo crónicas de este género uno tampoco sabe muy bien si está ante una película cómica del cine mudo (aunque la máquina fuese muy ruidosa) o en un capítulo de la historia de la ciencia y la técnica.
Salucines
Amigo Genovés, la verdad es que cada vez es más difícil sorprender a los lectores de este lugar. Y es que que cuando uno busca una historia nueva o inédita, se da cuenta que alguien, en la red, ya se le ha adelantado.
ResponderEliminarPero bueno, si se lo he descubierto, estoy satisfecho. Gracias por su visita.
Sigue habiendo gente que sigue metiendo motores de avión en coches... Mira, mira
ResponderEliminarBueno, no es lo mismo pero impresiona, ¿eh?. Otro ejemplo aqui
Interesante artículo y geniales las fotos, como siempre.
Caray, buenos enlaces. Meter un cohete impresiona más que colocar una hélice a un automóvil.
EliminarY me alegro te haya gustado amigo NatsnoC.
Por mucho ruido que haga debe ser una gozada dar un paseo!!.
ResponderEliminarCon lo práctico que sería un coche-planeador o un avioneta-coche...Sigamos soñando...
Muy buenas fotos Lorenzo, un abrazo!
Hola Sidhe.
EliminarPrecisamente ese ruido a hélice debe ser lo que gusta a todos esos que se han hecho una réplica.
Y lo de los coche-avión ya existen pero son caros y la mayoría no los han homologado.
Besos y abrazos.
Coño, Lorenzo, no me enterao de la re-apertura. te lo han dejado todo bien? si, creo que sí. Joder, con perdón que aparato más antiestético, parece un cacharo Leonardiano.
ResponderEliminarSaludos
Roy
Hola Roy. Ya rula todo afortunadamente. Y si, el coche es algo rarillo por decirlo suavemente.
ResponderEliminarSaludos!
Un diseño grácil, ligero, que sugiere dinamismo, manajabilidad y velocidad... No entiendo cómo no se convirtió en el auto del presente; yo rodaría bien a gusto con él...
ResponderEliminarAbuelito, veo que ya somos dos que nos hubieramos comprado este coche avión sin alas. Lo que tenía que molar...
ResponderEliminarYo quiero uno también!! :)
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