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14 de enero de 2012

El Hélica: Un automóvil "sin alas"

Marcel Leyat a los mandos de su invento

Las primeras décadas de la historia del automóvil son sin duda, la de la búsqueda del diseño perfecto. Los diseñadores, que nunca hubieran imaginado que  pudieran hacerse realidad sus creaciones, a principios de siglo ven que todo empieza a concretarse. Y surgen multitud de propuestas, a cada cual, más increíble y a veces, descabellada. Poco después de que el automóvil se convirtiera en  uno de los mejores modos de transporte individual, estaba también el transporte que era  más rápido, el avión. Parece natural que alguien tratara de combinar estas dos características en una sola. Y ese no fue otro que nuestro hombre.

MARCEL LEYAT
El autor de la idea, Marcel Leyat, nació en Drome (Francia) en 1885 y en la prestigiosa Ecole Centrale de París obtuvo el título de ingeniero. En 1907 entró a trabajar en la fábrica de aviones Astra, y en 1913 decidió utilizar su experiencia aeronáutica (poseía la licencia de piloto) poniéndola al servicio  del automóvil. Ese mismo año creaba su primer prototipo, el "Héliocycle". Desde el principio, el Héliocycle causaba gran sorpresa por su aspecto, ya que aquel automóvil de tres ruedas  parecía un avión sin alas.


1913 Leyat Heliocycle

Los pasajeros se sentaban uno detrás del otro como en un avión. El vehículo era guiado direccionalmente con una única rueda trasera y el coche era propulsado por una hélice gigante y un motor Scorpion de 8 CV colocados en la parte frontal. Toda la estructura era de madera, tenía suspensión independiente en cada rueda y frenos de zapata en las delanteras y pesaba sólo 250 kg lo que lo hacía "peligrosamente" rápido. Había otras personas que también compartían la creencia de Leyat sobre el poder de la hélice. Su teoría era que los coches serían más sencillos (no hay transmisión, eje trasero, o embrague) y más ligeros, por lo que serían capaces de obtener una mejor economía de combustible.

Planos del diseño del Héliocycle 

La "fabrica" de los Hélicas de Leyat

 El Leyat Helicocycle de 1914  se convirtió en el Hèlica,  modelo que debería ser de producción con un cuerpo más pequeño, pero con un motor V2 más poderoso. Pero llego la Primera Guerra Mundial, y el ejército francés requisó todos los automóviles particulares y los prototipos de Leyat también lo fueron. Estos, serían utilizados por el ejército en un regimiento de artillería. Una vez terminada la  Guerra Mundial, aprovechando partes de cientos de aeroplanos que ya no eran necesarios para la guerra, funda en 1919 la sociedad, "Mecánica Aeronáutica para el automóvil" en París para la producción y comercialización del "Vehículo a hélice Marcel Leyat". El vehículo lo desarrolló en tres versiones disponibles, abierta, berlina y salón. En 1921, Leyat lo presentó en el Salón del Automovil de París y realizó algunas ventas, además de informar a más de 600 interesados y quién sabe, potenciales compradores.

1919 Leyat Hélica Sport

1921 Leyat Hèlica Sport


En 1924, adaptaría uno de sus vehículos para dar servicio en una vía férrea que una compañía minera francesa  tenía en el Congo (África). En estas fotos de arriba -de poca calidad- vemos el invento.

En 1926, realiza ligeras modificaciones en el chasis: la desaparición de las pequeñas aletas de detrás del vehículo, estabilizadores, una nueva suspensión y escape, así como un motor radial de tres cilindros Anzani. Sin embargo, estos cambios no fueron capaces de atraer a mas clientes, y es que desde 1919 que había empezado su producción de forma artesanal, solo había logrado vender 29 vehículos. Entonces Marcel Leyat decidió volver definitivamente a la producción de aviones, que llevaría a cabo hasta 1939.

 Modelo Hélica Salón

En 1927, un Hèlica Special alcanzo la velocidad de 171 km/h en el circuito de Montlhéry.  

 Hasta nosotros solo han llegado -hoy en día- dos vehículos que han logrado sobrevivir al paso del tiempo. Un modelo Salón y un modelo Sport. El Salón de 1922, ha estado siempre en París y en manos de la familia Bouzanquet que lo han ido legando de padres a hijos. Esta matriculado y es plenamente operativo a sus casí 90 años. El modelo Sport de 1921 no esta en tan buen estado y se encuentra en el Museo de Artes y Oficios de París. Además hay seguidores de este singular vehículo que han construido diversas réplicas del mismo.
 Marcel Leyat tuvo una larga vida, murió a los 101 años de edad en 1986. Siempre sera recordado como un pionero de la aviación y un visionario en el diseño de automoviles.



Leyat era sobre todo un diseñador de aviones, antes de comenzar la construcción del  Hèlica. La foto de arriba es de uno de sus aviones y que voló con éxito. Parece que tener solo dos ruedas, una delante y otra detrás, ayudadas por unos soportes en los laterales de las alas no le impidió tener buenos resultados al despegue y aterrizaje.


Otro diseño aeronáutico de Leyat. En este vemos como la cabina tiene dos estructuras que flanquean el fuselaje y que pueden moverse a voluntad para el tipo de vuelo a realizar. Leyat se especializó en diferentes tipos y sistemas  alares para sus aviones.  Aquí en este enlace tienen una web dedicada a sus inventos aeronáuticos.

Unas tarjetas publicitarias de la época...




Y para terminar, una vieja filmación en la que veremos un Leyat "Hélica" circulando por París en 1924...




Y en este vídeo se puede ver una réplica de un Hélica y lo ruidoso y difícil de conducir que debía de ser  este peculiar vehículo.



Y esto es todo!



19 de octubre de 2011

Automóviles a leña

Los automóviles a gas de madera (también conocido como coches a gasógeno) son una alternativa no muy elegante, pero  eficiente y ecológica, mientras que su rango es comparable a la de los coches eléctricos.


 El primer uso de la gasificación de la madera es antiguo, se remonta a 1870, cuando fue utilizado como un precursor del gas natural para la iluminación de las calles y las cocinas. La gasificación de la madera es un proceso por el que se convierte  materia orgánica en un gas combustible bajo la influencia del calor  que en el proceso alcanza una temperatura de 1.400 ° C .

  En la década de 1920, el ingeniero alemán Georges Imbert, perfeccionó y desarrolló un generador de gas de madera para un uso móvil. El generador de Imbert fue producido en masa desde 1931. A finales de la década de 1930, cerca de 9.000 vehículos a gas de madera se utilizaban casí exclusivamente en Europa.




Durante la Segunda Guerra Mundial, casí todos los vehículos motorizados en la Europa continental se reconvirtieron en el uso de leña como combustible. Esta tecnología se convirtió en algo común en muchos países europeos -incluida España-  como consecuencia del racionamiento de los combustibles fósiles. Sólo en Alemania, alrededor de 500.000 vehículos a gasógeno estaban en funcionamiento a finales de la guerra. Una red de cerca de 3.000 "leñeras", fue creada , donde los conductores podrían abastecerse de leña. No sólo los vehículos particulares, sino también camiones, autobuses, tractores y motocicletas, estában equipados con una unidad de gasificación de madera.

Pero para el uso militar, los alemanes prefirieron la producción de combustibles líquidos sintéticos (hechos de madera o carbón). En total, más de un millón de vehículos productores de gas se utilizaron durante la Segunda Guerra Mundial.  Después de la guerra, como la gasolina volvió a estar disponible, la tecnología cayó en el olvido de forma casi instantánea. A principios de la década de 1950, la entonces Alemania Occidental, sólo contaba ya con 20.000 vehículos a gasógeno.


En 1957, el gobierno sueco creó un programa de investigación para prepararse para una transición rápida a los coches de gas de madera en el caso de una repentina escasez de petróleo. Suecia no posee reservas de petróleo, pero tiene inmensos bosques que se pueden utilizar como combustible. Los objetivos de esta investigación fue desarrollar una instalación mejorada y estandarizada que se pudiera adaptar para su uso en todo tipo de vehículos.

 Esta investigación, apoyada por el fabricante de automóviles Volvo, condujo a una gran cantidad de conocimientos teóricos y experiencias prácticas en vehículos de carretera y de otros tipos, realizándose  más de  100.000 kilómetros en pruebas.  El combustible para un coche de gas de madera se compone de virutas de madera o  trozos de madera. En principio, cualquier material orgánico se puede utilizar. Durante la Segunda Guerra Mundial, el carbón y la turba se utilizaron también, pero la madera era el combustible principal.



A pesar de su aspecto industrial, el rendimiento de un coche de gas de madera queda bastante bien parado desde un punto de vista ecológico, en comparación con otros combustibles alternativos. La gasificación de la madera es un poco más eficiente en la leña, ya que sólo el 25 % del contenido energético del combustible se pierde. El consumo de energía de un automóvil a gasógeno es alrededor de 1,5 veces mayor que el consumo de energía de un coche similar que funcione con gasolina (incluyendo la energía perdida durante el precalentamiento del sistema y el peso adicional de las máquinas). Si la energía necesaria para extraer, transportar y refinar el petróleo también se tiene en cuenta,  el gas de madera es al menos tan eficaz como la gasolina. Y por supuesto, la madera es un combustible renovable. La gasolina  no lo es.

Esquema de funcionamiento de un motor a gasógeno

Fotografia de postguerra, en una ciudad europea, coches y autobuses con sistema de gasógeno

Un motor a gasógeno  produce menos contaminación del aire que uno de gasolina o de motor Diesel. La gasificación de la madera es mucho más limpia que la quema de madera: las emisiones son comparables a los de la quema de gas natural. Un coche eléctrico tiene el potencial para hacerlo mejor, pero la energía que consume debe ser generada por fuentes renovables, lo cual es no es un sistema deseable.

Camión a gasógeno

A pesar de todas estas ventajas, sólo se necesita una mirada a un coche de gasógeno darse cuenta de que es cualquier cosa menos una solución ideal. El motor de gas  ocupa mucho espacio y fácilmente puede llegar a pesar unos  cientos de kilos aún vacío. El tamaño del equipo se debe al hecho de que el gas de madera tiene un bajo contenido energético. El valor energético del gas de madera es de alrededor de 5,7 MJ por kg, en comparación con los 44 MJ/kg de gasolina y 56 MJ / kg para el gas natural .

El gas de madera consiste en aproximadamente un 50 % de nitrógeno, un 20 % de monóxido de carbono, 18 % de hidrógeno, 8 % dióxido de carbono  y 4 % de metano. El nitrógeno no contribuye a la combustión, mientras que el monóxido de carbón es un gas de combustión lenta. Debido a este alto contenido de nitrógeno, el motor recibe menos combustible, lo que conduce a una salida del 35 al 50 por ciento. Debido a que el gas se quema lentamente, un alto número de revoluciones no es posible. Sería imposible fabricar un coche deportivo con este sistema.

Los escarabajos de Volkswagen que salieron de la línea de montaje durante la Segunda Guerra Mundial tenían el mecanismo de la gasificación de madera construido interiormente. Desde el exterior, el generador de gas de madera y el resto de la instalación eran invisibles.  La recarga se realizaba a través de un agujero en el capó.








19 de julio de 2011

Automóviles del futuro en 1948

Esto demuestra lo equivocados que estamos cuando futurizamos  como serán los diseños a 25 años vista, por ejemplo, de los automóviles.  En el vídeo que les presento esto debía  ser de lo más moderno y futurible, pero ahora, a nuestros ojos, no deja de parecernos anticuado y demodé.